Este año no podíamos dejar que el confinamiento nos impidiera celebrar nuestro Día del Libro en el colegio. Queremos daros las gracias a todos por haber dedicado vuestro tiempo a escribir microrrelatos y os felicitamos por vuestra imaginación y haber inventado tantas historias increíbles.
También queremos agradeceros vuestra asistencia al acto de entrega de diplomas que realizamos online y que tuvo un gran seguimiento por vuestra parte. Ha supuesto un gran esfuerzo y habéis respondido maravillosamente. ¡Gracias!
Nos ha resultado muy difícil elegir los ganadores de cada categoría y, aunque todos os merecéis un premio por participar, el jurado ha decidido que los galardonados este año sean:
CATEGORÍA A (1.º, 2.º y 3.º de ESO)
1.er premio: Ángela (de 2.º de ESO) por "El último movimiento".
2.º premio: Alba (de 3.º de ESO) por "Águila blanca".
3.er premio: Raúl (de 1.º de ESO) por "El mundo al revés".
Accésit: Desi (de 3.º de ESO) por "Descubrimiento".
CATEGORÍA B (4.º de ESO y Bachillerato)
1.er premio: Olaya (de 1.º de Bachillerato) por "Vínculos muy especiales".
2.º premio: Marina R. (de 4.º de ESO) por "Hablemos de la vida".
3.er premio: José (de 2.º de Bachillerato) por "La última Edad de Oro".
¡Enhorabuena a todos!
A continuación, os ofrecemos sus microrrelatos para que podáis disfrutar de su lectura y copiamos en enlace al Quiosco Virtual en el que podéis leer más composiciones de vuestros compañeros.
1.er premio de la categoría A: Ángela (2.º de ESO)
-EL ÚLTIMO MOVIMIENTO-
¡Cómo son los humanos!, siempre con sus estrategias, buscando una forma de ganar la batalla con el número mínimo de jugadas para ganar y el máximo para que los enemigos no se percaten de la inminente derrota, sin tener en cuenta ni por un momento la vida de los que están luchando, bajo el mandato de personas que les están sacrificando para que gane su bando.
Eso era lo que pensaba él, sabiendo que en el algún momento, cuando a su superior le tocara mover ficha, habría llegado su fin. No era tonto; llevaban horas luchando, quizá días, derribando torres y conquistando terreno, con un único propósito: derrocar al rey, aquella estatua que se erigía, inamovible e imperturbable tras el escuadrón de peones, comandantes y caballería que se jugaban vida para protegerle, soldados que, como él, sabían que ese sería el momento fatal, que si se adentraba en las filas del enemigo habrían ganado la guerra, aunque no viviría para celebrarlo.
Y así fue como, movido por una fuerza invisible, se acercó al rey y, tras unos momentos de silencio en los que reinaba la angustia y la euforia, después de haber recorrido la tierra quemada, se escuchó el grito final.
- ¡JAQUE MATE!-
2.º premio de la categoría A: Alba (de 2.º de ESO)
ÁGUILA BLANCA
10 de marzo. Esta vez iba más rápido que nunca, no se iba a escapar. Ella inició su descenso y su nueva presa corría más rápido que ninguna. Para ella era mejor, cuanto más intensa fuera la caza, más disfrutaría su recompensa. El pequeño corzo no pensaba detenerse ante la preciosa águila blanca que volaba tras él. Medía metro y medio aproximadamente y sus alas eran preciosas, tanto que el pobre corzo se quedó embobado mirándolas mientras ella se acercaba a 116 km/hora. Pero de pronto apareció él, y rápidamente todos se metieron en sus cuevas.
3.er premio de la categoría A: Raúl (de 1.º de ESO)
EL MUNDO AL REVÉS
Érase una vez un mundo en el que todo era al revés. Los animales dominaban la civilización y tenían una propia, sus casas tenían la puerta arriba y el tejado abajo, las nubes eran sólidas y acolchadas, las nubes eran sobrevoladas por elefantes y rinocerontes que en ese mundo serían los animales más delicados y menos pesados, los animales acuáticos volaban también por el cielo como ballenas, peces, delfines saltarines y hasta el más fiero y gran tiburón; en aquel mundo no existía la guerra ni la crueldad, pero en su lugar más alejado de la civilización habitaba una especie de animal no civilizado, sin pelo por la mayoría de su cuerpo, en peligro de extinción masivo. Ese animal era el ser humano.
Accésit de la categoría A: Desi (de 3.º de ESO)
DESCUBRIMIENTO
Sentada en el frío suelo de la calle, vestida con su sudadera larga y pantalones cortos, observaba el paisaje de su pequeño pueblo. Solo se veían las farolas a lo lejos y todo estaba demasiado calmado. En ese momento se dio cuenta de lo que sentía de verdad por él.
1.er premio de la categoría B: Olaya (de 1.º de Bachillerato)
Vínculos muy especiales
“Ya sé que llevamos mucho tiempo encerrados, pero todo va a salir bien, no te preocupes”. Le susurro, con cristales rodando por mis mejillas. “Solo queda una semana, ya verás. Esta vez no lo alargarán otros 15 días…”. Mi voz se quiebra y vuelvo a romper a llorar desconsoladamente. Las lágrimas empapan el cuello de mi camiseta y me doy cuenta de que llevo sin cambiarme de ropa al menos una semana. Qué rápido y qué despacio pasan las semanas aquí… La sostengo con un brazo y con la mano que me queda libre me limpio las lágrimas. Tengo que ser fuerte, al menos por ella. Le acaricio el pelo y empiezo a mecerla suavemente para tranquilizarme. “Menos mal que te tengo a ti…”, le digo un poco más animado. Es entonces cuando mi madre entra en la cocina. Sus ojos nos miran con preocupación y, repentinamente, sus manos me arrebatan la escoba de los brazos. “Para una vez que te pido que limpies la cocina…”, me dice con desaprobación.
2.º premio de la categoría B: Marina (de 4.º de ESO)
HABLEMOS DE LA VIDA…
Porque la vida es deporte, no entraría ningún misterio… ¿El campo y sus trabajadores? Prueba en peligro de extinción. ¿La nostalgia y la soledad de los ancianos? Carrera de obstáculos sin final, lágrimas al cielo, difíciles de olvidar. ¿Colegios vacíos? Listón con, cada vez, más altura. ¿Cosechas sin recoger? Largo foso de longitud, arena a merced de la tempestad. ¿Autónomos preocupados por su futuro? Series imposibles de finalizar… Cerrad todos los ojos ¡y soñad! Tendréis al despertar nuevas alas para entregar el testigo de nuestro eterno paraíso a cuantos relevos os seguirán.
3.er premio de la categoría B: José (de 2.º de Bachillerato)
TRAS LA ÚLTIMA EDAD DE ORO
Fue un descubrimiento que, sin duda, cambió el mundo para siempre. Muchos se opusieron, otros lo recibieron con los brazos abiertos e incluso unos pocos colaboraron para hacer de este parte de nuestras vidas.
Lo que nadie puede ni podrá negar nunca es que no estábamos preparados para lo que supuso perderlo.
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Aquí tenéis el quiosco virtual que podéis visitar para seguir leyendo más obras de vuestros compañeros: